ACABAS DE DESPEDIR A TUS INVITADOS DESPUÉS DE UNA CENA QUE SE HA ALARGADO MÁS DE LO PREVISTO, TE HAS ESFORZADO EN RECOGER LA COCINA, TODA LA VAJILLA ESTÁ DILIGENTEMENTE EN EL LAVAVAJILLAS Y CUANDO LO ENCIENDES, NOTAS ALGO RARO. NO ENTRA AGUA EN EL LAVAVAJILLAS. TRAS EL LEVE PÁNICO INICIAL, TE PROPONES ARREGLARLO TÚ MISMO (A LA MAÑANA SIGUIENTE). ¿QUÉ CAUSAS PROVOCAN QUE EL LAVAVAJILLAS NO CARGUE AGUA? LOS CAUSANTES DE ESTA AVERÍA TAN FRECUENTE SON DE MUY DIVERSA NATURALEZA Y VAN DE LOS MÁS FÁCILES DE SOLUCIONAR A LOS QUE REQUIEREN UN TÉCNICO. EN ESTOS CASOS, LO MÁS SENSATO ES COMENZAR POR LOS MÁS SENCILLOS PARA DESCARTARLOS HASTA SABER SI ES NECESARIO LLAMAR AL SERVICIO TÉCNICO LO MÁS PRONTO POSIBLE. COMENCEMOS NUESTRA REVISIÓN.
En primer lugar, asegúrate mirando en el manual de tu electrodoméstico (si proporciona un código de error) de que se trata de un problema relacionado con la carga de agua. Hecha esta comprobación, lo primero que revisaremos es si la manguera de entrada de agua está doblada o presionada.
Esto puede ocurrir si movemos el lavavajillas para limpiar y después se coloca demasiado justo. Para comprobar si es este el causante del problema, lo retiraremos un poco y seleccionaremos un lavado desde el inicio. Si no escuchamos la entrada de agua, es que se trata de otra cosa.
Comprobaremos ahora si el filtro de entrada de agua está sucio u obstruido. Para ello, cerraremos el paso general del agua y desconectaremos la manguera de entrada del electrodoméstico. Con la manguera en un cubo, volveremos a abrir la llave de paso: si sale agua, es que el problema no está en la red general. Comprueba entonces que el filtro en la electroválvula donde se conecta la manguera está limpio. Si está sucio, lo limpiaremos y volveremos a conectar la manguera. Si se inicia el lavado y el lavavajillas carga agua, este era el problema.
Esto puede ocurrir si movemos el lavavajillas para limpiar y después se coloca demasiado justo. Para comprobar si es este el causante del problema, lo retiraremos un La siguiente comprobación se fija en la electroválvula de entrada de agua, que está justo donde se conecta la manguera de entrada de agua. Una causa muy frecuente de avería es una obstrucción del filtro de esta válvula encargada de regular la entrada del agua. Para sacarlo, deberás retirar la protección trasera. Límpialo y vuelve a comprobar si tu lavavajillas coge agua. Si no, pasamos a revisar causantes más complejos.
Las averías que vienen a continuación son más complicadas. Quizás es ahora cuando tendrás que llamar a una persona experta, pero, si las encuentras tú primero, ya tendrá medio trabajo hecho.
Si antes nos fijamos en el filtro de la electroválvula, ahora comprobaremos si el problema es de la alimentación. Esta pieza es la encargada de dejar pasar o interrumpir el caudal de entrada al lavavajillas y funciona con corriente eléctrica. Para comprobar si recibe corriente, desconéctala del lavavajillas y conecta un multímetro a sus conectores. Enchufa el lavavajillas, inicia un lavado y comprueba si llega corriente a los conectores. Si no, hay una avería en el cableado o el módulo de la electroválvula.
Junto a ella, el caudalímetro mide la cantidad de agua e informa a la electroválvula cuando ya hay suficiente y ha de interrumpir la carga. Cuando se estropea, no informa debidamente a la válvula y no deja de entrar agua, por lo que el lavavajillas oscilará entre llenado y vaciado sin comenzar nunca el lavado.
Otra avería muy común tiene por objeto el presostato (cámara de nivel), encargado de interpretar el nivel del agua del lavavajillas. Si se ha estropeado o el tubo se ha bloqueado con restos de detergente, cal o suciedad, envía interpretaciones erróneas a la autoválvula y el lavavajillas no se llena.
Si la manguera de desagüe está obstruida con restos de cal, manda una información errónea al presostato, que entonces no llena la cuba.
Como ves, cuando no entra agua en el lavavajillas tenemos que realizar un gran número de comprobaciones, porque puede haber múltiples causantes. Si sigues nuestros pasos poco a poco, es probable que seas tú mismo capaz de solucionar el problema. En cualquier caso, si descartas los causantes más sencillos, la persona experta que venga a ayudarte lo tendrá más fácil (y la visita te costará menos).